El rincón de Jesús y Mariví

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   VERSALLES

A media hora de París, se encuentra la ciudad de Versalles, famosa por albergar uno de los palacios más bellos e importantes del mundo, y símbolo del poder absolutista de los monarcas franceses y en especial de Luis XIV, el principal artífice de que Versalles sea lo que es, de lo cual  pudo disfrutar en vida. Versalles además es un lugar histórico, ya que aquí se fraguó y comenzó la Revolución Francesa, y ciento veinte años más tarde se firmó el Tratado de Versalles, que supondría el fin de la I Guerra Mundial.

 

El Palacio de Versalles

  Allá por 1623, el monarca Luis XIII mandó construir un pabellón de caza ubicado en un coto, en el cual el monarca y los nobles pasaban sus ratos de ocio. El lugar gustó tanto al rey que mandó que fuese ampliado, construyendo lo que se conoce como "el antiguo palacio".

  Posteriormente, Luis XIV obsesionado con crear un palacio y entorno sin igual, encargó a su arquitecto Luis Le Van el embellecimiento y ampliación del edificio primitivo, sobre el que se construyó la Galería de los Espejos, sin duda la sala más impresionante del Palacio de Versalles, y que sirvió por ejemplo de sala para la firma del Tratado de Versalles.

 Del interior del palacio destacan así mismo los Salones de la Paz y de la Guerra y las habitaciones del rey y de la reina, además de la Cámara de la Reina, que se conserva tal y como la dejó María Antonieta al abandonar Versalles en 1789.

 

 

 

   

También es importante la Capilla, lugar donde acudían a misa diariamente Luis XIV, Luis XV y Luis XVI, y sorprende la Ópera, un espacio donde los monarcas disfrutaban de conciertos para su entretenimiento.

   

 

Los jardines de Versalles

  Si la visita al interior del palacio puede ser calificada como espectacular, no lo es menos la visita a los jardines, donde se puede pasear durante horas sin cansarse de ver jardines con perfectas simetrías y diseños espectaculares o la gran cantidad de estanques y fuentes con los que está dotado el Palacio de Versalles, y que dan una idea de la gran obra que tuvo que resultar para la época llevar tanta agua allí y acondicionar y mantener todo aquel espectacular complejo.

  

 

 

Al final de los jardines se encuentran  el Gran Trianón y las posesiones de Maria Antonieta conocidas como  el Pequeño Trianón.

El Gran Trianón fue construido durante el reinado de Luis XIV. Desde 1979 pertenece al Patrimonio Mundial de la UNESCO. En 1670, Luis XIV decidió eliminar la villa de Trianón, en el noroeste del parque de Versalles para construir un edificio que le permitiera huir de la Corte. Luis Le Vau fue el encargado de su construcción: decidió revestir los muros con porcelana de Delft. El jardín contenía ya, hermosos parterres de flores. Luis XIV acostumbraba a cenar, allí, en compañía de Madame de Montespan. Pero el "Trianón de porcelana" era muy frágil y se decidió construir, en 1687 el Gran Trianón o "Trianón de mármol", conforme a los planos de Jules Hardouin Mansart. Éste siguió las órdenes del rey que controlaba la obra. El emperador Napoleón ocupó y redecoró el Trianón. Luis Felipe lo hizo restaurar. Actualmente es utilizado para las recepciones oficiales de la República.

 

 

 

 

El Petit Trianón  y su parque están indosociablemente unidos al recuerdo de María Antonieta. Sus jardines y la aldea son una gran maravilla. Indudablemente nos encantó.

     

  

 

   

 

 

  

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