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PALACIO DE RUNDALE A poco más de una hora en coche desde Riga en dirección a Lituania se encuentra nuestro siguiente destino en nuestra ruta por las Repúblicas Bálticas: El palacio de Rundale. Para llegar a él es fácil, pero la verdad es que, aunque se encuentre relativamente cerca de Riga, el palacio de Rundale queda un poco en medio de la nada rodeado de campiña letona en la región de Zemgale
El palacio que hoy podemos ver majestuoso como un oasis en medio del campo, en realidad ha tenido una existencia muy ajetreada y no siempre se vio así de bien. Durante su larga vida, desde 1736 que se comenzó a construir, ha sido un ir y venir de propietarios y funciones. Lo mandó construir el duque de Curlandia, Johann von Biron, cuando estas tierras aún formaban parte del Gran Ducado de Lituania. Las obras del palacio se completaron en dos etapas (ya que al duque lo desterraron a Siberia) y se finalizó en el año 1768 pudiendo pasar Biron los últimos cuatro años de su vida en él. Tras su fallecimiento, el palacio fue heredado y finalmente en 1795 pasó a ser propiedad del Imperio Ruso y ofrecido a la familia de los Zubov los cuales lo mantuvieron casi intacto salvo en algunos detalles exteriores que añadieron en los pórticos. A principios del siglo XIX Napoleón y su ejército comenzaron la invasión contra Rusia y tras su paso por esta zona el palacio quedó semiabandonado por numerosos actos vandálicos.
Durante los siguientes 100 años aproximadamente el palacio recobró la calma y fue restaurado de los daños ocasionados y utilizado como residencia de verano de sus siguientes propietarios, la familia Shuvalov. Pero la I Guerra Mundial estaba próxima y durante este conflicto bélico el palacio fue ocupado por las tropas alemanas donde instauraron en él la comandancia y un hospital. Pasado este periodo, a parte del palacio se le asignó la función de escuela y posteriormente también a una organización de inválidos por la guerra.
El salón dorado fue el lugar donde se situó el trono del duque. En el techo podemos ver una pintura representando la apoteosis del Rey.
El Salón Blanco fue creado primeramente como una iglesia, pero tras el segundo periodo de construcción del castillo se convirtió en una sala de baile. En las paredes se representan en relieve la diversidad de la vida social, las cuatro estaciones y el mundo de Dios.
La habitación Rosa con temática primaveral está dedicada a la Diosa de las flores.
Esta habitación era el espacio holandés, con una colección de pinturas de artista holandeses como Rembrandt.
La Habitación del Duque
En el gabinete de porcelana oval podemos ver numerosos jarrones chinos y japoneses GALERÍA FOTOGRAFICA
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