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FUNCHAL La ciudad de Funchal de hoy día difiere mucho de la de antaño, conocida por sus piratas y sus campos de hinojo. Ahora se ha convertido en una ciudad moderna, cosmopolita y rejuvenecida, famosa por unos lujosos restaurantes, unos novísimos hoteles de cuatro y cinco estrellas y un clima excelente durante todo el año, belleza natural incomparable y, además de por su mayor "exportación", el afamado futbolista Cristiano Ronaldo. En pocas palabras, hoy se la conoce por su estilo y por su esencia. La ciudad en sí está asentada en una gran cuenca natural, de cara al Atlántico y rodeada de escarpadas montañas. Está situada al sur de la isla de Madeira, en la costa más soleada y en medio de plataneras y maravillosos jardines, donde se cultivan flores durante todo el año al cobijo de unas montañas de color esmeralda. Es una ciudad, pues, exuberante, verde y tranquila, pero si ahondamos un poco en su superficie encontraremos una vida nocturna vibrante, con variadas ofertas y múltiples facetas.
Rotonda del Infante: La rotonda con una fuente pintoresca fue construida en 1945 según el diseño del arquitecto Faria da Costa y el escultor António Duarte. Su nombre proviene de la estatua de Enrique el Navegante ubicada enfrente.
Esta estatua rinde homenaje al Infante Don Henrique, también conocido como el Príncipe Enrique el Navegante. Está situado en un extremo de la Avenida do Infante, al pie de las escaleras que conducen al Parque de Santa Catarina. El Satue da a la Avenida Arriaga y tiene vistas a la Rotunda do Infante. Este célebre Descubridor y Navegante portugués nació en 1394 y murió en 1460 a los 66 años. Durante su vida fue una figura destacada en los descubrimientos marítimos y el Imperio portugués. La estatua del Infante Don Henrique está sentada, pero está totalmente empequeñecida por la estructura arqueada de piedra oscura en la que se asienta.
La avenida Arriaga es una de nuestras zonas favoritas de Funchal. Y es que este precioso paseo rodeado de árboles llenos de flores de colores es uno de los lugares más agradables para pasear por Funchal.Además, más allá del propio paseo disfrutando de los edificios que alberga esta avenida, entre los que se encuentra el precioso y antiguo edificio del Banco de Portugal, vas a encontrar un montón de puntos en los que nos vas a poder para de hacer fotos.
Junto a la avenida Arriaga se encuentra esta fuente que pertenece al parque municital
Continuando por la Avda Arriaga
Café The Ritz. Con más de 100 años de historia vinculada a la presencia de los ingleses en la isla.
Palácio de São Lourenço:El primer fuerte de Funchal fue construido tarde, de los años 1529 a 1540, en una súplica de la población de Funchal tras ver cómo saqueaban una nave que estaba atracada en el puerto de la ciudad. Pero la construcción, que se completó hacia la mitad del siglo XVI, no era una fortificación apropiada y en consecuencia sucumbió a los ataques de los piratas franceses en 1566. Durante los años siguientes y hasta el siglo XIX, se realizaron muchas mejoras, cambios y ampliaciones con respecto a la construcción primitiva, de modo que el Palácio de São Lourenço que ha sobrevivido hasta ahora pertenece a uno de los mejores ejemplos de fuertes portugueses de los siglos XVI y XVII. Al comienzo de su andadura, la Fortaleza de São Lourenço sirvió como residencia de los muchos capitanes y gobernadores de la isla, llegando a ser con el tiempo un palacio nacional de residencia. Fue catalogado como Monumento Nacional en agosto de 1943 y en él reside hoy el Primer Ministro de la Región Autónoma y el Jefe Militar.
Monumento a João Gonçalves ZarcoCon el fin de preservar el recuerdo a João Gonçalves Zarco y a su obra, uno de los descubridores de Madeira y primer Capitán Donatario de Funchal, la Junta de Gobierno confió al escultor Francisco Franco la tarea de realizar esta estatua. El arquitecto Cristiano da Silva fue el encargado de diseñar la fundación, donde se representan figuras alegóricas relacionadas con los Descubrimientos, como “Conquista”, “Asentamiento”, “Sabiduría” y “Evangelización”. Tras ubicarla finalmente en el cruce de la Avenida de Arriaga con la Avenida Zarco, el monumento fue inaugurado en 1934. Una versión más antigua de la estatua ganó la medalla de oro en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929.
En este edificio se encuentra la sede del Banco de Portugal
Catedral de la Sé: Con más de quinientos años de historia, la Catedral de Sé es otra parada importante a realizar en Funchal. Se encuentra en todo el centro de la ciudad y posee una arquitectura típica de los primeros años de colonización de la isla. De hecho es uno de los pocos edificios que sobrevivieron casi intactos desde aquellos tiempos.
En su interior destacan los techos grabados de madera y el altar principal, encargado por el rey Manuel I, que puso mucho empeño en la construcción de esta catedral.
Rua da Carreira:Al principio fue una zona vecinal predominantemente de propiedades agrícolas, aunque luego fue sufriendo muchos cambios con el paso del tiempo, manteniendo muchos edificios originales con elementos arquitectónicos de los siglos XVII, XVIII y XIX. El nombre de esta calle, una de las más antiguas de la ciudad de Funchal, viene del hecho de haber existido carreras de caballo en esta calle. Muchas personalidades famosas, desde pintores a escritores pasando por periodistas y políticos, vivieron en esta calle en su día. Hoy podrá encontrar muchas tiendas y algunos conocidos restaurantes.
Praça do Municipio e Igreja do Colegio: Situada muy cerca de la catedral, en la praça do Municipio, esta iglesia que por fuera no tiene interés especial, alberga un interior impresionante. Y es que se respira barroco a cada paso: azulejos, arcos pintados, pinturas, oro por doquier, ornamentaciones súper recargadas… En esta plaza también se encuentra los Paços do Concelho, el edificio del ayuntamiento de Funchal, el museo de arte sacro y el colegio dos Jesuitas.
Colegio dos Jesuitas: Ubicado en el centro de Funchal, la construcción del Colegio de los Jesuitas comenzó en 1599 y culminó a mediados del siglo XVII. Hasta bien entrado el siglo XIX tanto el colegio como su iglesia principal fueron de los edificios de mayor tamaño de Funchal. Hoy en día forma parte de la Universidad Católica de Madeira. El colegio posee abundantes capillas con arquitectura religiosa típica del siglo XVII. Algunas de ellas están cubiertas de azulejos típicos de Portugal. Los jesuitas contaban con muchos recursos por lo que si bien el exterior de las capillas no siempre es ostentoso, al entrar podemos descubrir exquisitos arreglos de orfebrería, así como maravillosas obras en pan de oro y altares barrocos.
Mercado dos Lavradores
El célebre Mercado dos Lavradores se encuentra en la zona antigua de Funchal. Colores, olores y sobretodo sabores son parte de lo que ofrece este rincón de Madeira, donde se comercian todos los productos del archipiélago, especialmente frutas. El mercado está dividido en dos partes claramente diferenciadas: una de ellas alberga todos los puestos de pescado, en los que el mayor protagonista es el pez cinto, súper típico en la gastronomía de Madeira y conocido como espada, y la otra queda reservada para las frutas, las verduras y las flores. Es importante destacar que los precios del Mercado dos Lavradores son bastante elevados en comparación con el resto de la isla. Esto no debe olvidarse en ningún momento, ya que Funchal es una ciudad bastante barata, si bien este punto no lo es.
El edificio del mercado dos Lavradores fue construido en el año 1940 y su preciosa estructura aún conserva mucho elementos de arquitectura art déco. También son protagonistas los azulejos, igual que en toda la arquitectura portuguesa de los siglos XIX y XX.
Además de frutas, la abundante oferta de flores de Madeira también hace acto de presencia en el Mercado de Lavradores de Funchal.
La planta baja de su interior es un espectáculo de colores. Con todos los puestos a rebosar de frutas tropicales y flores exóticas, típicas de la isla. Y con muchos de los vendedores ataviados con los trajes regionales.
Aquí se encuentra la zona de pescadería, donde se expone la riqueza marítima de la isla. Los protagonistas son la espada, el bacalao y el atún.
NLa rua de Santa Maria, que recorre toda la zona velha de una punta a otra. Es una calle peatonal por la que estoy segura que te va a encantar pasear. Y es que además de la encantadora Capela do Corpo Santo, esta calle está llena de puertas de madera pintadas con infinidad de motivos y temáticas. Forman parte del proyecto ‘Arte Puertas Abiertas’, que busca fomentar rehabilitar y hacer atractiva al turismo esta zona de la ciudad. Y lo han conseguido.
Aunque están prácticamente por toda la Zona Velha, la gran mayoría de las puertas decoradas que forman parte del proyecto Portas Abertas, se concentran en torno a la rúa Santa María. Y se han convertido en uno de los principales atractivos que ver en Funchal. El proyecto surgió en 2010 como una forma de reinventar y revitalizar un barrio, el más antiguo de la ciudad, que llevaba un tiempo de capa caída. Muchos de sus edificios y locales estaban semiabandonados. Y para reflotarlos se decidió que artistas, tanto reputados como amateurs, empezasen a decorar algunas de las puertas. Siendo ya a día de hoy más de 200 las puertas que disfrutan de su “nueva vida” gracias a esta iniciativa de street art. Y pasear descubriéndolas es una auténtica maravilla.
Caminando por la avenida do Mar desde la praça da Autonomía hasta la Marina y el museo CR7 encontrarás la praça do Povo, o plaza del pueblo. Lo más interesante que encontrarás en esta plaza son las enormes letras de Madeira, imprescindibles para hacerse la foto de rigor al llegar a la isla, y un memorial a Nelson Mandela.
Muy cerca de la praça do Povo se encuentra la Marina de Funchal. En esta zona del puerto deportivo hay varias terrazas que son perfectas para tomar algo, sobre todo al atardecer. Pares o no, el paseo por esta zona es súper agradable.
Funchal ha sido durante años uno de los puertos de escala más importantes para cruceros, por lo que posee un dique a tal efecto en medio de la ciudad. De hecho, el atraque en el Puerto de Funchal está catalogado como uno de los más espectaculares de todo el mundo, a la par que el de Río de Janeiro. Hoy es ya tradición que casi todos los viajes inaugurales de los trasatlánticos europeos se realicen aquí y es normal ver más de cuatro buques en cualquier época del año. Una vez en tierra, las cafeterías, los restaurantes y toda la historia que rodea a esta singular capital están a pocos metros caminando.
Museo CR7 y estatua de Cristiano: Quizá si el fútbol no te gusta mucho no lo sepas, pero la estrella Cristiano Ronaldo nació en Madeira, por lo que los madeirenses están muy orgullosos de tener un paisano tan célebre por su arte con el balón. Así que además de ponerle su nombre al aeropuerto de la isla, también le han construido un impresionante museo en la marina de Funchal. Se llama Museo CR7 y hace un repaso por toda su trayectoria futbolística recopilando trofeos, medallas, camisetas, balones, cartas de sus fans, imágenes…Justo enfrente del museo encontrarás además una estatua de Cristiano (super bien dotada, todo hay que decirlo) con la que es inevitable hacerse una foto
Jardín de Santa Catarina: Una de las cosas que más nos gusta de Funchal es que no le faltan las zonas verdes, y este parque es un gran ejemplo de ello. El jardim de Santa Catarina es un lugar perfecto para hacer un picnic ya que tiene una enorme explanada de césped. También podrás pasear y visitar el estanque, la pequeña capilla, y disfrutar de las vistas de la ciudad rodeado/a de las plantas y árboles más típicos de la isla.
Excursión de avistamiento de cetáceos: Pues se calcula que unas 28 especies entre delfines, ballenas y cachalotes habitan sus aguas. Además, es la mejor excusa para dar un paseo en lancha o barco y ver otra perspectiva de la isla…Pero asegúrate de escoger una empresa que, además de tener todos sus permisos en regla, esté comprometida con la conservación oceanográfica y respete completamente el hábitat natural de los animales así como sus costumbres y rutinas
Teleférico Funchal: Que conecta la zona baja de la ciudad con Monte, la colina que se extiende hacia arriba. Un recorrido de casi 4 kilómetros, con un desnivel de 560 metros, que se recorre en poco más de 15 minutos. Y que deja unas vistas de infarto. Subimos para visitar el jardin exótico.
Plaza junto al teleférico
Se forman colas para coger el teleférico
Jardines do Monte Palace:Su historia se remonta al siglo XVIII con la "Quinta do Prazer". A finales del siglo XIX, el anterior propietario construyó una casa palaciega, rodeada de verdes jardines, que posteriormente se transformó en un hotel llamado "Monte Palace Hotel". En 1987 fue adquirido por el empresario José Manuel Rodrigues Berardo con el objetivo de preservar este espacio. Monte Palace Madeira - Tropical Garden ocupa una superficie de 70 000 m2 y fue reforestado con plantas exóticas procedentes de varios continentes: cícadas, proteas, clivias y hortensias de Sudáfrica, azaleas de Bélgica, orquídeas del Himalaya, brezo de Escocia, secuoyas de América, acacias de Australia y olivos milenarios de Alqueva, Portugal, entre otros. Parte del jardín ha sido reforestado con plantas características de la Laurissilva, que fue clasificada por la Unesco como Patrimonio Natural Mundial en 2000. Entre las plantas de este bosque endémico, podemos encontrar: el laurel (laurus novocanariensis); el laurel de Madeira (ocotea foetens); la caoba de Madeira (persea indica); el barbusano de Madeira (apollonias barbujana); la haya (myrica faya); el lirio de los valles (clethra arborea); el cedro de Madeira (juniperus cedrus); la moca de Madeira (pittosporum coriaceum), una especie en peligro de extinción, entre otras.
Está justo al lado de la estación del teleférico y se puede visitar de 9:30 a 18h. Es enorme, pero con la entrada te dan un mapa con el que podrás elegir entre 3 itinerarios dependiendo de tus gustos y el tiempo que tengas
Esta obra maestra situada en la localidad de Monte, abierta al público desde 1991, fue creada por José Berardo e incluye una de las colecciones de azulejos más importantes de Portugal, expuestos entre la vegetación tropical y pertenecientes a varias épocas.
El Jardín Tropical Monte Palace posee plantas exóticas endémicas de diversos países en un área de 70.000 metros cuadrados. Durante el paseo podemos encontrarnos especies tan dispares como olivos, hortensias, cicadáceas (de Sudáfrica), secuoyas…
Durante un viaje a Japón y China, la belleza, la cultura, la forma de vida y la influencia de lo portugués en oriente fascinó a Berardo. Por esa razón existen dos jardines orientales y un panel llamado “La Aventura de los Portugueses en Japón”. La última es una estructura de hierro donde 166 placas de cerámica cuentan la historia de las relaciones sociales, comerciales y culturales entre portugueses y nipones. Entre los muchos elementos chinos y japoneses, el visitante también puede encontrar dos Perros Fó de mármol, animales mitológicos normalmente presentes en las entradas de los templos a modo de guardianes; numerosas esculturas budistas; un dragón rodeado de niños que representa la fertilidad y muchas linternas de piedra utilizadas en Japón para iluminar el camino hacia la casa de té.
No pierda la oportunidad de ver los peces koi, una especie originaria de Extremo Oriente y que se considera de gran valor.
Y durante el trayecto, casi a cada paso, nos podemos encontrar con detalles japoneses como pagodas, puentes, arcos, dragones así como budas, caminos llenos de bambú
Las aventuras de los portugueses en Japón
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