FUNCHAL
a SAO VICENTE (ruta verde)
Esta es la
ruta que vamos hacer hoy. Salimos de la capital Funchal y nuestra
primera parada es en la meseta de Paul Da Serra.
Paul Da Serra
Paul da Serra:
una gran llanura desde donde puede
observarse el mar y la montaña.
Es la mayor y más extensa meseta de la
isla de
Madeira, en
Portugal con
cerca de 24 km², y con una altitud media de aproximadamente 1500 metros.
Su punto más elevado es el pico Ruivo do Paul, con 1640 metros, desde
donde se puede admirar la extensión de toda la meseta. En días de buena
visibilidad, se puede observar el mar de la costa sur y norte.
La Paul da Serra es considerada la más
importante área de recarga de aguas subterráneas de la isla, debido a
que su estructura plana facilita la filtración de una parte
significativa de la elevada precipitación anual, al mismo tiempo que
retarda el escurrimiento superficial en dirección al mar.
Desde la meseta tenemos un bonito paisaje
montañoso
Continuamos nuestro recorrido bajando por
serpenteantes carreteras hasta el bonito pueblo de Porto Moniz
Porto
Moniz
Porto Moniz se
encuentra al noroeste de la isla y su nombre ha sido puesto en homenaje
a quien lo descubriera, Francisco Moniz. Se trata de un sitio sumamente
pintoresco y con elementos muy característicos. Entre los que debe
destacarse su precioso puerto, en el cual todos los turistas desean
hacerse fotografías mientras contemplan mágicos atardeceres sobre el
océano.
En este lugar la
economía se basa mayormente en la agricultura, fundamentalmente la
viticultura, y, por supuesto, y como ocurre con todos los distritos de
Madeira, en el turismo. Cabe mencionar que es el único en toda la isla
que cuenta con un helipuerto propio.
Porto
Moniz es una de las ciudades más antiguas de la Isla de Madeira, situada
al norte entre el mar y las montañas. Atrae a muchos turistas durante
todo el año, sobre todo, por su espectacular patrimonio natural:
por las hermosas piscinas naturales que ofrece el mar,
pero también por sus
levadas por el
campo y por el
Bosque de Laurisilva,
Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.
Si eres un
apasionado del agua, este lugar te deslumbrará. En Porto Moniz se
encuentran las mejores piscinas de lava del mundo. En toda la isla las
encontrarás, pero en este rincón están las más conocidas y buscadas.
Cada día estas piscinas se llenan de agua de mar nueva y cristalina.
Además, mientras te das un rico baño puedes observar la pequeña isla de
roca conocida como Ilhéu Mole, en la cual hay un pequeño faro que
ilumina las noches madeirenses.
Fuerte de São João Baptista
Hasta el
siglo XVIII no se construyeron fortificaciones en el litoral norte de
Madeira, ya que en sí mismo constituía una inexpugnable defensa natural:
su orografía escarpada y a las revueltas aguas del mar no permitían el
desembarco en las peligrosas playas. Pero un ataque en 1730 por la
ensenada más importante del norte de la isla de Madeira, Porto Moniz,
llevó a la construcción del Fuerte de São João Baptista, que fue aún más
fortificado en 1751, adquiriendo una forma pentagonal. Con el tiempo y
el desarrollo de otras ciudades y otros accesos a la zona norte, este
puerto fue perdiendo importancia y la necesidad de protegerlo
disminuyendo, por lo que en el siglo XIX, el fuerte fue abandonado. A
finales del siglo XX, las ruinas fueron compradas y se realizó la
reconstrucción del original del siglo XVIII para albergar el
Aquarium de Madeira, pero manteniendo la anterior estructura.
Esta zona
de piscinas naturales situadas junto al fuerte y un bar
restaurante son gratuitas
Zambúllete en estas espectaculares
piscinas de agua salada, rodeadas de
asombrosos acantilados y rocas
volcánicas.
Las
piscinas naturales de Porto Moniz
presumen de ser uno de los destinos más
populares de esta ciudad. Formadas por
lava volcánica, varias rocas basálticas
de color negro protegen a estas
tranquilas piscinas de la fuerte
corriente del Atlántico. Aquí podrás
nadar, bucear y tomar el sol. Estas
piscinas también disponen de vestuarios,
taquillas y servicio de socorristas. Por
si fuera poco, también hay una piscina
para niños y una zona de recreo, lo cual
hace de estas piscinas naturales el
destino perfecto para disfrutar de una
excursión en familia.
Te
maravillará el hecho de que las mareas
introducen agua salada en las piscinas,
además de una interesante variedad de
vida marina. Tráete tu equipo de buceo
para ver los diferentes peces y explorar
la espectacular vida marina presente
bajo el agua. Echa un vistazo a las
piscinas más profundas, que te
encontrarás en Ilhéu Mole, o a las que
se encuentran detrás del Restaurante
Orca.
Alquila una tumbona o tráete una toalla
y hazte con el lugar perfecto para
relajarte en las terrazas que bordean
las piscinas. Aunque gozan de una gran
popularidad, esto no impide que sea
bastante fácil dar con un lugar
tranquilo donde colocar la toalla.
Presta atención al sonido que producen
las olas al romper contra las rocas, que
a su vez contrasta con la calmada marea
de las piscinas.
Ubicadas entre los acantilados y la
costa, estas piscinas son un destino que
realmente vale la pena visitar, aunque
solo sea para admirar su belleza
paisajística. También puedes ir a alguna
que otra cafetería y tomar un refresco
mientras observas a la gente disfrutando
del ambiente. Anímate a caminar por el
paseo que comunica las piscinas con el
puerto de la ciudad, donde te
encontrarás con más cafeterías,
restaurantes, tiendas y una gran
cantidad de miradores.
Las
piscinas naturales de Porto Moniz están
abiertas al público todo el año, aunque
en los meses de invierno el horario es
más reducido. La temporada alta de estas
piscinas se presenta entre los meses de
mayo a octubre, cuando la temperatura
del agua es más templada. La entrada es
de pago y hay una zona de
estacionamiento.
Porto
Moniz estuvo bastante aislada del resto de los municipios a lo largo del
tiempo, ya que era un lugar al que se accedía sobre todo por el mar,
hasta que después de la Segunda Guerra Mundial se construyó la carretera
que une Porto Moniz, seixal y São Vicente. Hoy es una de las localidades
que se encuentran más alejadas de
Funchal, aunque en
realidad son tan solo 35 minutos gracias a las buenas
vías de comunicación. Así que tomamos esta ruta hasta llegar a Seixal
Seixal
Seixal es un pueblo de
Madeira que posee una de las piscinas naturales más importantes y
populares de la región, después de
Porto Moniz.
La piscina natural es abierta y
de uso libre por lo que no cuentan con servicio de primeros auxilios o
salvavidas, si bien son de aguas mansas, cristalinas y
agradables, rodeadas por impresionantes formaciones rocosas y con el
océano Atlántico al frente. Entre los servicios disponibles se
cuentan un bar, lavabos y duchas. El gobierno madeirense rescató esta
piscina natural años atrás por su valor paisajístico, así como por sus
dotes para convertirse en un centro natural de esparcimiento.
Esta piscina natural está muy
cerca de la hermosa playa de Laje, llamada también playa Jamaica, y la
playa do Porto do Seixal, de arenas negras y aguas agradables.
Se trata de costas tranquilas y poco visitadas.
Nuestro
siguiente y último pueblo de esta ruta es el pueblo de Sao Vicente.
Sao
Vicente
Una parada
casi obligatoria en tu ruta por Madeira es São Vicente, un lugar que se
caracteriza por su hermosa vegetación, sus campos de cultivo, sus cuevas
arqueológicas y sus magníficas playas con buen oleaje para practicar
deportes de acuáticos. Podríamos decir que cualquier cosa que busques es
posible que la encuentres en este distrito. En este lugar se encuentran
unas importantes y famosas grutas que no pudimos visitar. Se cerraron
con el comienzo de la pandemia y no se han abierto a la fecha de hoy.
Paseamos
por sus calles y visitamos su hermosa iglesia de San Vicente
la pLa
preciosa iglesia principal, ubicada en el centro del pueblo. La misma
fue construida en el siglo XVII y se destaca por sus preciosas pinturas
adornando el techo de todo el edificio, las cuales ensalzan la figura de
San Vicente, patrono de la iglesia y de todo el pueblo.